Me amas, Pedro?
Toteco mitz teo chihua!
Hola! Estoy deseando que Dios te bendiga en Náhuatl, el idioma que he estado aprendiendo en la zona Huasteca de San Luis Potosai.
Me llena de alegría poder escribir de nuevo y compartirte algunas de las cosas que he podido hacer en este tiempo.
¿Qué ha pasado conmigo?
Durante estos meses he visitado tres comunidades en la zona huasteca de este estado y realmente ha sido toda una experiencia, ¡sabes? Dios me ha hablado mucho en estos días, pues he tenido muchos tiempos a solas y de quietud. Los pensamientos de extrañar toda mi vida en la ciudad me abrumaron por momentos. No tementiré, ¿extraño mucho mi antigua vida en la CDMX, mis amigos, mi familia y todo cuanto dejé en CDMX y Michoacán.
Vinieron días de adaptarme a este nuevo lugar. Al princicpio fue muy difícil pues es una cultura distinta a la mía: la relaciones entre personas, el clima (hace mucho calor), el idioma, la comida, etc.
Mi estómago también lo resintió y ahora estoy atravesando por una colitis y gastritis que no ha cesado desde hace un mes. He visitado médicos y estoy con un tratamiento. No cabe duda que la enfermedad me ha ayudado a acercarme más a Dios y a depender completamente de él pues mis fuerzas a veces se acababan.
Ahora estoy en un lugar con un clima distinto y en el que tengo mejor acceso a la comunicación. Dios ha traído mucha paz a mi vida y me ha llevado a buscarlo más y más, a comprender también que es él quien me sostiene en todos mis buenos y malos tiempos.
También he podido hablar con mis amigos y amigas y eso me ha animado mucho, en verdad ha sido como un bálsamo escuchar sus voces y saber que están orando por mi.
Durante este tiempo he trabajado apoyando en algunas escuelas bíblicas de verano en las comunidades en las que he estado.
También he compartido la palabra en estudios y en los cultos con los hermanos.
ha sido un tiempo de esneñanzas y una experiencia única.
Poder convivir con las familias enriquece mi visión sobre la obra misionera.
AH! he aprendido algunas otras cosas como vivir en calor! jaja también hacer tortillas a mano, y caminar y caminar largas distancias. Todo ha sido realmente alfo único y diferente.
Te dejo algunas fotos de mi tiempo acá:
Hola! Estoy deseando que Dios te bendiga en Náhuatl, el idioma que he estado aprendiendo en la zona Huasteca de San Luis Potosai.
Me llena de alegría poder escribir de nuevo y compartirte algunas de las cosas que he podido hacer en este tiempo.
¿Qué ha pasado conmigo?
Durante estos meses he visitado tres comunidades en la zona huasteca de este estado y realmente ha sido toda una experiencia, ¡sabes? Dios me ha hablado mucho en estos días, pues he tenido muchos tiempos a solas y de quietud. Los pensamientos de extrañar toda mi vida en la ciudad me abrumaron por momentos. No tementiré, ¿extraño mucho mi antigua vida en la CDMX, mis amigos, mi familia y todo cuanto dejé en CDMX y Michoacán.
Vinieron días de adaptarme a este nuevo lugar. Al princicpio fue muy difícil pues es una cultura distinta a la mía: la relaciones entre personas, el clima (hace mucho calor), el idioma, la comida, etc.
Mi estómago también lo resintió y ahora estoy atravesando por una colitis y gastritis que no ha cesado desde hace un mes. He visitado médicos y estoy con un tratamiento. No cabe duda que la enfermedad me ha ayudado a acercarme más a Dios y a depender completamente de él pues mis fuerzas a veces se acababan.
Ahora estoy en un lugar con un clima distinto y en el que tengo mejor acceso a la comunicación. Dios ha traído mucha paz a mi vida y me ha llevado a buscarlo más y más, a comprender también que es él quien me sostiene en todos mis buenos y malos tiempos.
También he podido hablar con mis amigos y amigas y eso me ha animado mucho, en verdad ha sido como un bálsamo escuchar sus voces y saber que están orando por mi.
Durante este tiempo he trabajado apoyando en algunas escuelas bíblicas de verano en las comunidades en las que he estado.
También he compartido la palabra en estudios y en los cultos con los hermanos.
ha sido un tiempo de esneñanzas y una experiencia única.
Poder convivir con las familias enriquece mi visión sobre la obra misionera.
AH! he aprendido algunas otras cosas como vivir en calor! jaja también hacer tortillas a mano, y caminar y caminar largas distancias. Todo ha sido realmente alfo único y diferente.
Te dejo algunas fotos de mi tiempo acá:
Como puedes ver es un lugar muy bello y con cosas muy peculiares.
También te pido que estés orando por una recuperación completa de la salud en mi estómago, mi vida devocional y una buena adaptación a cada lugar al que llego
¡Muchas gracias por leerme!
Abrazo fuerte :)
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